Leer es como correr una carrera: algunos lo hacen despacio y disfrutan del paisaje, otros van rápido pero llegan cansados y sin recordar lo que vieron. El verdadero reto no es solo leer más rápido, sino leer mejor y comprender lo que leemos. La buena noticia es que existen técnicas probadas que pueden ayudarte a aumentar tu velocidad sin perder comprensión.
En la escuela o en la universidad nos enfrentamos a montones de textos: libros, guías, artículos, apuntes… Si lees despacio, el tiempo nunca alcanza. Pero si logras leer con mayor velocidad, ganas algo muy valioso: tiempo para pensar, estudiar y hasta descansar.
Seguro te ha pasado que, mientras lees, vas repitiendo las palabras en tu mente como si las pronunciaras. Ese hábito, llamado subvocalización, hace que leas a la misma velocidad con la que hablas. Para evitarlo, puedes:
Pasar el dedo o un lápiz rápidamente debajo de las líneas.
Escuchar música instrumental mientras lees, para que tu cerebro no “cante” las palabras.
Cuando lees palabra por palabra, pierdes tiempo. Tu ojo puede abarcar más si entrenas tu visión periférica. Intenta leer grupos de 3 a 5 palabras a la vez en lugar de una sola. Al principio parece complicado, pero con práctica notarás que avanzas más rápido y entiendes igual o mejor.
No se trata de devorar páginas como si fueran comida rápida. La lectura eficiente combina velocidad con pausas de repaso. Por ejemplo:
Lee un párrafo completo.
Haz una pausa breve y pregúntate: ¿qué idea principal entendí?
Este método evita que termines leyendo dos veces el mismo texto porque no lo comprendiste.
No es lo mismo leer un cómic que un ensayo científico. Para entrenar tu velocidad y comprensión, practica con diferentes tipos de textos: cuentos, noticias, manuales. Eso fortalecerá tu capacidad de adaptarte a cualquier lectura.
Mejorar tu velocidad de lectura y comprensión no ocurre de la noche a la mañana. Es como entrenar en el gimnasio: constancia, práctica y paciencia son la clave. Con estas técnicas podrás leer más rápido, entender mejor y, sobre todo, aprender a disfrutar la lectura como una herramienta que te abre puertas en la escuela y en la vida.